Queridos Hijos, saben que el amor que tengo a ustedes es inmenso y me preocupo por el bienestar de cada uno. Se que por instantes sienten que nadie esta a su lado y es incomprendida por ustedes mismos ese sentimiento de soledad, pero siempre estoy ahí, mientras ustedes duermen yo los consuelo y trato de calmar esas sensaciones negativas en cada uno de ustedes.
No tienen porque dudar que están acompañados, recuerden que el Creador asignó a los Ángeles y Arcángeles para ayudarlos, confíen en la labor de ellos, porque el amor que ellos tienen a ustedes es completamente incondicional. Ellos traen a mi cada una de sus angustias y preocupaciones que ustedes tienen, y con amor y bendición de mi parte regresan a su lado, para llevar a ustedes el mensaje y guía de mi corazón.
Hijos míos, les pido que se den un tiempo para estar en paz y tranquilidad, entrar a un silencio pacífico y escuchar con todo su ser el consejo que hoy brindo a su ser.
Recuerden que no están solos, denme la oportunidad de consolar cada una de sus tristezas, compartir cada una de sus alegrías y sobre todo permítanme abrazarlos con todo mi amor y bendición.
Estoy siempre aquí para ustedes, mis preciados hijos.
Todo mi amor para ustedes, Mamá
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