Yo decreto que este centro de luz
en el que nos encontramos, es una semilla, que crece sin parar, y se multiplica
sin cesar, aumentando su espacio sin parar, hasta que se convierte en un
magnífico centro de múltiples terapias, que ayuda a miles de personas. El
dinero para restaurar este centro, crece y crece sin parar, multiplicándose
incluso para todas aquellas personas, que acuden al centro de luz. Y de forma
mágica aparece ese dinero.
Que así sea, así es, hecho está.
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