Un día El Amor salió a buscar a sus dos hermanas, La Fe y La Esperanza. Se dirigió al pueblo y encontró a la Fe, la cargó en sus brazos subió una montaña hasta llegar a casa. Luego decidió ir al bosque, después de buscar por largas horas, finalmente pudo encontrar a su otra hermana La Esperanza, la tomó de la mano y la llevó a casa. Aunque la Fe mueva montañas y la Esperanza sea lo último que se pierda, no son nada sin su hermano mayor, El Amor.
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. " 1 Corintios 13: 13
El amor nunca dejará de ser debido a la naturaleza misma de Dios porque él es amor. La expresión más directa y perfecta de ese amor es Jesucristo. Dios entregó a su único hijo para que nosotros no nos perdamos sino que alcancemos y disfrutemos de ese maravilloso privilegio y don de su amor, la Vida Eterna. El amor de Dios es eterno, aunque nos resulte increíble que nos ame con ese amor, él lo hace.
Como seres humanos podemos hacer muchas cosas en esta tierra, tener fama, fortuna, e incluso podemos hacer cosas buenas como servir en la iglesia, plantar iglesias, transformar vidas con el evangelio, pero sin duda nada somos si no tenemos amor. Si bien es cierto, para agradar a Dios es necesario tener fe; el primer lugar lo ocupará siempre El Amor porque sin el la fe también sería nada.
Fuente: porfe.net
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